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un buen llanto

Un buen llanto se acumula en lo más profundo del alma, vibra y derrama un río de lágrimas calientes que corren por la cara, gotean desde la barbilla y crean costras de sal en la almohada.

Un buen llanto no aparta la mirada. En lugar de pasar por alto el dolor, examina brutalmente la pérdida, dando testimonio de una sobrecarga de dolor acumulado que se ha acumulado en cada rincón disponible. Con ojos atentos, nota las capas de soledad e invisibilidad que provienen de una vida al margen.

Un buen llanto estalla en una muestra pública de dolor. Es un profeta que se rasga las vestiduras, se viste de cilicio y se lamenta en las calles. Nombra la decepción y la injusticia, construye monumentos y crea un espacio en la 38 y Chicago para el dolor de los negros, y luego asume el costo de mostrar lo que otros preferirían no ver.

Un buen llanto no será así. Al lanzar puñetazos y patadas, rechaza el impulso de acumular dolor de forma refleja. Libera el espíritu gruñón de descontento que amenaza con mantener como rehenes al presente y al futuro, y obliga al cuerpo a procesar el dolor y liberarlo de nuevo en la naturaleza.

Un buen llanto atestigua la necesidad de retirarse a una habitación fresca y oscura y dormir el sueño de los verdaderamente exhaustos. En lugar de transmitir energía, señala con mano gentil la necesidad muy humana de descanso y recuperación.

Un buen llanto deleita en conexión. Es un bálsamo entre una camarilla que comparte sueños y la alegría de pertenecer, el reconocimiento y el cuidado mutuo. Es un alivio genuino que puede sanar y transformar.

Un buen llanto trae liberación. Un proceso alquímico que quema las impurezas y deja el alma libre. No dispuesto a contentarse con estructuras de poder que deshumanizan a las personas de color, obtiene el apoyo de todos los antepasados para cambiar esas condiciones y participar en una liberación colectiva.

Un buen llanto llega como un dolor de parto, un repentino espacio compartido de lucha y expectativa, centímetro a centímetro, que marca el comienzo de un universo de potencial, que se derrama desde una abundancia de posibilidades.


Inspirado por el trabajo de Sun Yung Shin y el ensayo Una buena caminata de Camille T.Dungy.

Este ensayo es parte de un serie de reflexiones en primera persona Nuestros colegas comparten sobre George Floyd y el movimiento por la justicia racial.

Tema: Diversidad Equidad e Inclusión

septiembre 2021

Español